Mendoza, una de las principales provincias vitivinícolas de Argentina y reconocida en el mundo como la tierra del Malbec, ofrece mucho más que paisajes imponentes de cordillera y viñedos infinitos. Aquí, la gastronomía se convierte en una experiencia identitaria que combina tradición, innovación y el placer de compartir una buena mesa. Cada plato cuenta una historia ligada a la tierra, a la cultura criolla y al legado de inmigrantes que fueron enriqueciendo la cocina mendocina con recetas y costumbres. Y como si fuera poco, los sabores siempre encuentran su mejor compañero en un vino de altura, convirtiendo cada bocado en una experiencia inolvidable.
Si hablamos de la gastronomía mendocina, el asado ocupa un lugar central. No se trata solo de carne cocida a las brasas, sino de un ritual donde el fuego lento, el aroma a leña y el tiempo de compartir hacen que la experiencia sea única. En Mendoza, el asado se eleva al máximo nivel, con cortes tiernos, jugosos y el complemento perfecto: una copa de Malbec.
• Las empanadas mendocinas también tienen un lugar de honor en las mesas familiares y en cualquier evento popular. Rellenas con carne cortada a cuchillo, cebolla, huevo y aceitunas, se cocinan en horno de barro y se disfrutan calientes, acompañadas de un buen vino o una gaseosa fresca en verano.
• El locro, guiso criollo por excelencia, es un clásico de las festividades patrias, pero en Mendoza se disfruta durante todo el invierno. Sus sabores profundos de maíz, zapallo, porotos y carnes ahumadas lo convierten en un plato reconfortante que calienta cuerpo y alma.
• No podemos dejar de mencionar las aceitunas mendocinas, reconocidas por su calidad y sabor intenso, ni el dulce de membrillo, que suele servirse junto a un trozo de queso, formando el clásico postre “vigilante” que enamora a locales y turistas por igual.
Mendoza no sería lo mismo sin su vino. La cocina local encuentra su mejor aliado en las bodegas y viñedos que producen etiquetas de prestigio internacional. El Malbec es la estrella indiscutida, con notas intensas y frutales que maridan a la perfección con carnes rojas y asados. Pero también el torrontés, fresco y aromático, se lleva de maravillas con empanadas y platos regionales más suaves, mientras que el cabernet sauvignon y el syrah se destacan junto a guisos y preparaciones más condimentadas.
Las bodegas de Mendoza no solo ofrecen degustaciones, sino que invitan a vivir experiencias completas que combinan gastronomía de autor, arquitectura de vanguardia y paisajes de montaña. Un almuerzo entre viñedos, con maridaje de varias etiquetas, es una postal obligada para quienes visitan la provincia.
Para ayudarte a organizar tus comidas durante tu estadía, podés consultar nuestro Mapa Gastronómico de Mendoza, donde vas a encontrar la ubicación exacta de todos los restaurantes, parrillas, casas de té, bares y polos gastronómicos de la ciudad y alrededores.
La gastronomía en Mendoza es mucho más que comida y vino: es identidad, historia y paisaje. Cada plato y cada copa invitan a viajar por las raíces criollas y las influencias de los inmigrantes que dejaron huella en la cocina local. Disfrutar de un asado junto a un Malbec en un viñedo al pie de la Cordillera, probar unas empanadas recién salidas del horno de barro, o dejarse llevar por la sofisticación de la cocina de autor en el Valle de Uco, son momentos que trascienden lo culinario y se convierten en recuerdos inolvidables. Visitar Mendoza es vivir con los cinco sentidos, donde la gastronomía se transforma en un puente entre la tierra y quienes la visitan. Y cada experiencia, ya sea sencilla o sofisticada, tiene algo en común: el placer de compartir.
18/09/2025 – 13:17 p.m
Por Abril de Sanrafaeleando
Drag and Drop Website Builder